Nadal y la Champions

Actuaciones como las del pasado lunes de Rafa Nadal me hacen sentir más pasión por el deporte. El tenista español no consiguió la victoria, pero dio toda una lección de cómo perder un partido ante el número uno del mundo. Aunque a ratos se le vió desquiciado, cualquier otro, ante el aluvión de golpes inverosímiles del serbio, hubiera roto 4 raquetas contra el suelo (que se lo digan a McEnroe). Potencia, esfuerzo, concentración, resignación, elogios al contrario… Esto es lo que le hacen a un jugador ser recordado más alla de lo meramente deportivo.

Pero no contento con eso, en el día de ayer dió la enésima lección para más de un cobarde encapuchado, diciendo que “si no jugara por mi país, no haría el esfuerzo”, haciendo referencia a su estado físico tras la final y la copa Davis que se avecina el próximo viernes. Se refiere a que si no fuera porque representa a España, el viernes no iría con el equipo de Copa Davis. En un país donde más de uno intenta hacer del deporte su “octavilla política”, Rafa Nadal vuelve a demostrar que es un deportista 10. Esperemos que en el próximo duelo contra Djokovic esté más acertado.




Y ayer, empate de Valencia y Barcelona en su primera jornada de la Champions. El Valencia, que jugó contra el Genk, no paso del 0-0 en el que a priori será el partido más fácil de su grupo. Tuvo varias ocasiones de gol, pero falló su puntería. Eso, y que alguno de los jugadores que venían siendo titulares no jugaron.

Y el Barcelona 2-2 contra el Milán. Al igual que le pasara al equipo catalán contra la Real Sociedad, dejo escapar un partido que tenía favorable desde el minutos dos. Y digo dos porque a los 40 segundos ya se había adelantado el Milán con un gol de Pato. A raíz del gol, el Milán desapareció, como en otras muchas ocasiones, dejando su juego en manos de la imaginación y velocidad del joven “ave” brasileño. Todavía no me explico como no está en un club de la liga española este jugador (y si parece que pueda estar Neymar). El “club de los poeta muertos” vio impasible como el Barcelona remontaba 2-1 el partido, con golazos de Pedrito y Villa. El primero, gracias una vez más a Lionel Messi, que paso entre la vieja guardia milanista simulando a Matrix. El segundo, golazo de falta del asturiano. Pero en el minutos 92 Thiago Silva pego el puñetazo en la mesa para poner el 2-2 final. Nunca con tan poco se consiguió tanto (me suena bastante esta frase para un equipo italiano, no?). Por cierto, en el Milán jugó ayer como titular Clarence Seedorf...ahi dejo eso para algún melancólico. Y encima Iniesta baja para 4 semanas. Veo los titulares de los periodistas: “Crisis en Barcelona”. Sinceramente…no lo creo. Martes 13: raro...raro...raro...

Y hoy hay fútbol (Villareal y Real Madrid). Esperemos que tengan más suerte.